¿Los sabores pueden curarnos?
Apr 10, 2024Si eres un seguidor ferviente de nuestro contenido, te será muy natural escuchar temas alocados que nunca antes imaginarías. Y si eres nuevo, ponte cómodo, pues el día de hoy te daremos información sobre un tipo de medicina alternativa que te hará volar la cabeza.
¿Recuerdas haber descrito a alguien como “amargada(o)”? ¿Y qué tal cuando ves a una persona y dices “seguro es alguien muy dulce”? Aunque no lo creas, nuestro inconsciente sabe muchas cosas, entre ellas, tiene la sabiduría de reconocer los sabores como parte de nuestra personalidad, de nuestro ser interior. Ahora nos adentraremos en eso, así que guarda esta entrada entre tus favoritos y compártelo con quien creas necesitará leer esto.
La psicología de los sabores
La primera gran advertencia que debemos hacer en este punto es que no existe una metodología, libro o alguna fuente consultable disponible para “corroborar” lo que leerás a continuación. ¿Eso quiere decir que nos lo estamos sacando de la manga? Para nada, más bien se trata de un descubrimiento o teoría desarrollada por David Duarte dentro de la Academia Unani. Por ende, se trata de una forma de pensamiento y conocimiento nuevo.
Partimos del punto principal: tu cuerpo es el mejor médico de todos. Él sabe lo que necesita para desempeñarse de forma óptima. Por ende, saber escucharlo es vital para tu proceso de bienestar. Y dentro de todo lo que nos grita, interviene un nuevo lenguaje conocido (por la comunidad Unani) como el lenguaje de los sabores, heridas y emociones.
De acuerdo a este principio, el ser humano detecta 7 sabores básicos: picante, dulce, amargo, salado, agrio, aceitoso y alcohol. Te invitamos a volver a leer cada uno de ellos y pensar en un alimento que lo represente. Por ejemplo…
- Picante - habanero
- Dulce - miel
- Amargo - café
- Salado - pistache
- Agrio - limón
- Aceitoso - mayonesa
- Alcohol - tequila
¿Cuál de ellos comes más? ¿Cuál de ellos evitas a toda costa? ¿Cuál se te antoja mucho por momentos?
Aunque no lo creas, la respuesta a cada una de estas preguntas tiene un motivo latente en tu inconsciente. Y es que cada sabor tiene implicaciones emocionales y psicológicas particulares. De esta forma:
- Picante - relacionado a la masculinidad, enojo, fuerza de temperamento, entre otras más.
- Dulce - relacionado con la maternidad, feminidad y miedo.
- Amargo - vinculado con la melancolía, con ver la realidad tal y como es.
- Salado - vinculado con la alegría, los placeres y la sexualidad.
- Agrio - ligado al deseo y la vitalidad.
- Aceitoso - ligado a la seguridad, cuidado, asco y aversión.
- Alcohol - agrupado con la muerte, la pérdida de control, el misterio y los sueños.
Sabores como medicina alternativa
Teniendo claro el lenguaje a utilizar, podemos apreciar el siguiente caso: ¿qué pasa si una persona no puede comer ningún tipo de chile o sabor picante? De acuerdo a nuestra teoría, esa persona tiene algún tema a trabajar con su figura paterna. De hecho, es probable que su carácter sea bastante tranquilo e introvertido, mientras que su figura corporal pertenezca a un biotipo Endomorfo, y por ende, tendrá problemas con el alto consumo de azúcares ya que disfruta muchísimo el sabor dulce.
Si ésta persona consumiera más picante, su relación con papá mejoraría. Su cuerpo comenzaría a sanarse y a tomar una forma distinta, su personalidad sería un poco más extrovertida y el consumo de azúcares disminuiría. ¡A esta persona, el sabor picante le ayudaría a sanarse! De ahí que los sabores funcionen como medicina alternativa.
Si te interesa evaluar tu salud mediante sabores, tenemos un experimento casero que te sorprenderá. Descubre cómo hacerlo en esta entrada de blog.
Academia Unani©