El Orden Sistémico Familiar: Un Pilar Emocional Indispensable

May 27, 2024

En el núcleo de cada familia reside un concepto crucial: el orden sistémico familiar. Este principio, a menudo subestimado, es fundamental para la armonía y el bienestar emocional de sus miembros. ¿Pero qué es realmente este orden y qué ocurre cuando se ve alterado?

¿Qué es el orden sistémico familiar?

El orden sistémico familiar se refiere a la estructura y dinámica que gobiernan las relaciones, roles y jerarquías dentro de una familia. Es la forma en que interactúan sus miembros y cómo se distribuyen las responsabilidades y el poder. Cuando este orden se mantiene estable, proporciona un sentido de seguridad, pertenencia y equilibrio emocional para todos los implicados.

¿Cuál es el orden sistémico familiar ideal?

Imagina una pirámide. En la punta de ella tendrían que aparecer mamá y papá, acompañados hombro con hombro. En el nivel siguiente, (debajo de ellos) deben estar los hijos e hijas acomodados de mayor a menor, ordenados de derecha a izquierda. En el siguiente nivel, se colocarán los nietos, en el mismo orden, y así sucesivamente con las siguientes generaciones.

Bajo este mismo orden es que los roles, responsabilidad y poder se reparten entre todos. De tal forma, aquellos en la punta de la pirámide tienen los roles que más poder, relevancia y responsabilidad demandan. Eso implica la manutención, educación, protección, y más.

Consecuencias de romper el orden sistémico familiar

Cuando este orden se quiebra, las consecuencias emocionales pueden ser significativas y variadas. Una de las repercusiones más comunes es la confusión de roles. Cada miembro de la familia tiene un papel definido dentro del sistema, y cuando ese rol se ve distorsionado o se le asignan responsabilidades fuera de su alcance, puede generar estrés, ansiedad e incluso resentimiento. Por ejemplo, ¿te imaginas a un hijo o hija subiendo al nivel de papá o mamá? Esa persona tendría que asumir roles y responsabilidades que no le corresponden, lo que lo llevaría a ejercer un poder distinto al que le corresponde con los demás miembros de la familia. Así se crea una herida de jerarquía.

Otra consecuencia emocional importante es la pérdida de seguridad y estabilidad. El orden sistémico proporciona un marco de referencia para entender el mundo y nuestras relaciones con los demás. Cuando este orden se ve comprometido, ya sea por conflictos familiares, divorcios o pérdidas importantes, puede surgir un profundo sentimiento de inseguridad y vulnerabilidad. Así se crea una herida de responsabilidad.

Además, el quebrantamiento del orden sistémico familiar puede conducir a una disminución en la comunicación efectiva. Las tensiones y los conflictos internos pueden dificultar la apertura y la honestidad entre los miembros de la familia, lo que a su vez puede exacerbar los problemas existentes y dificultar la resolución de conflictos.

Por último, pero no menos importante, la falta de orden sistémico puede dar lugar a problemas de salud mental. El estrés crónico y la tensión emocional pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos como la depresión o la ansiedad, así como contribuir a comportamientos adictivos o autodestructivos.

El orden sistémico familiar es esencial para el bienestar emocional de todos sus miembros. Cuando se mantiene intacto, proporciona un sentido de estabilidad, seguridad y pertenencia. Sin embargo, cuando se quiebra, las consecuencias pueden ser profundas y duraderas, afectando la salud mental y el funcionamiento general de la familia. ¿Puede curarse el orden sistémico? Claro que sí, aquí conocerás una forma sencilla de conseguirlo.

 

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