La Fascinante Relación entre la Comida y las Emociones

Nov 29, 2023
Bebé feliz por alimentar correctamente su segundo cerebro

Desde tiempos inmemoriales, la relación entre la comida y las emociones ha sido un aspecto fundamental de la experiencia humana. ¿Quién no ha experimentado una oleada de felicidad al probar su comida favorita o un sentimiento de confort al saborear un plato casero? Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué esta conexión es tan profunda? La respuesta se encuentra en el "segundo cerebro” del cuerpo humano, también conocido como el sistema nervioso entérico (SNE). 

 

Sensación y Emociones

El SNE no solo está involucrado en procesos físicos, sino que también desempeña un papel importante en la percepción de sensaciones en el sistema digestivo, como el dolor y la distensión. Además, se ha descubierto que existe una conexión bidireccional entre el SNE y el sistema nervioso central, lo que significa que nuestras emociones pueden influir en la función gastrointestinal y, a su vez, las molestias intestinales pueden afectar nuestro estado de ánimo.

 

De hecho, un estudio publicado en la revista "Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology" reveló que el estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud del tracto gastrointestinal, lo que resulta en problemas como el síndrome del intestino irritable.

 

Producción de Neurotransmisores

El SNE produce una variedad de neurotransmisores, incluida la serotonina, una sustancia química clave relacionada con el estado de ánimo y el bienestar emocional. Sorprendentemente, alrededor del 90% de la serotonina en nuestro cuerpo se produce en el tracto gastrointestinal.

 

Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) encontró que las alteraciones en la producción de serotonina en el intestino pueden estar relacionadas con trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

 

Comunicación Bidireccional

La comunicación bidireccional entre el sistema nervioso entérico y el sistema nervioso central es uno de los pilares de la conexión entre la comida y las emociones. Esta relación se evidencia en estudios científicos que han demostrado que las emociones pueden afectar directamente la función gastrointestinal. Cuando experimentamos estrés o ansiedad, nuestro cerebro libera señales que impactan en el SNE, lo que puede causar malestar abdominal, diarrea o estreñimiento.

 

De hecho, se estima que el 90% de la serotonina en el cuerpo se produce en el tracto gastrointestinal. La serotonina es conocida por su influencia en el estado de ánimo y la regulación de la ansiedad, lo que subraya la conexión innegable entre el segundo cerebro y nuestras emociones.

 

¿Necesitas ejemplos concretos para comprender cómo la comida puede afectar nuestras emociones a través del segundo cerebro? Aquí tienes algunos:

 

  • Chocolate: El chocolate, especialmente el chocolate oscuro, es conocido por su capacidad para liberar endorfinas, los neurotransmisores responsables de la sensación de placer y felicidad. Cuando disfrutamos de un trozo de chocolate, nuestro cerebro y nuestro segundo cerebro se activan, creando una sensación de bienestar.

 

  • Grasas y alimentos fermentados: las grasas animales, vinagres y cervezas no pasteurizadas, promueven la salud de las bacterias intestinales alcalinas. Contar con un pH alcalino en la microbiota intestinal está relacionado con un menor riesgo de depresión y ansiedad.

 

 

La Importancia de la Nutrición para la Salud Mental

La evidencia científica respalda la idea de que la comida que consumimos influye significativamente en nuestras emociones y bienestar mental. Investigaciones recientes han demostrado que una dieta rica en alimentos procesados y azúcares aumenta el riesgo de trastornos del estado de ánimo, como la depresión y otros malestares.

 

Por otro lado, una dieta rica en proteínas magras y grasas saludables, puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental. Los nutrientes en estos alimentos son esenciales para la producción de neurotransmisores y el mantenimiento de un equilibrio en el segundo cerebro del cuerpo humano.

 

En resumen, la próxima vez que sientas un impulso emocional hacia un determinado alimento, no lo tomes a la ligera. ¡Escucha a tu cuerpo! Tu "segundo cerebro" podría estar hablando, recordándote que la conexión entre la comida y las emociones es real y profunda. ¿Te interesa aprender a escucharlo? Aquí te enseñamos cómo.

 

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